domingo, 15 de mayo de 2011

Tras la marea nadie tiene sed, nos lastimamos suficiente, cuesta mirarnos frente a frente. Después de un puño contra la pared ¿De donde arranco yo un abrazo? mientras tu juntas los pedazos. Es preferible callar, necesitamos el silencio para respirar. LLlora conmigo hasta que el cielo sea cielo, hasta que el frío que hoy sentimos se convierta en fuego, hasta que llore el mar, y el beso que quedó vacío ocupe su lugar y todo vuelva a empezar.

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